Miércoles, julio 16 del 2014
“La Biblia está llena de historias de individuos – una sola persona – que enfrentaron los gigantes de su época, y los vencieron.”
Esta frase dijo Jennifer Toledo, una de las conferencistas del Congreso de Soluciones Juveniles 2014 en Medellín hace unos 15 días. Y me ha hecho pensar, e investigar, y reflexionar, y orar ...
Porque, como ella dijo: “Dios es reconocido por escoger y llamar a los no-calificados; solo busca los dispuestos y los prestos.”
Porque, como ella declaró: “Dios + Tu = Suficiente”.
Pienso por ejemplo en la historia de Moisés: un hebreo criado en Egipto, un cruel asesino transformado en un manso pastor de ovejas, un inseguro tartamudo quien enfrentó al Faraón de su época – y en el poder y en la fe que tenía en Jehová su Dios, logró sacar a todo el pueblo de Israel de Egipto y llevarlos hasta la Tierra Prometida.
Está la historia de David: el joven pastor de ovejas quien enfrentó a Goliat, el gigante de su época. Mientras todos los guerreros del ejercito de Israel se atemorizaron y paralizaron frente a él, David, en el poder y en la confianza que tenia en Jehová su Dios, lo venció y lo mató.
Está también la historia de Gedeón: un inseguro joven del pueblo de Israel, asustado y escondido por causa de sus enemigos los madianitas, quien era todo menos “esforzado y valiente” como el ángel de Jehová lo llamó. Sin embargo, al creer y obedecer las palabras de su Dios, derrotó al inmenso y fortificado ejercito de Madian con escasamente 300 guerreros.
Y, ¿qué de todos los otros gigantes que el ser humano a diario tiene que enfrentar y vencer? El pecado, la tentación, el odio, la amargura, el orgullo, la depresión, la pérdida, entre muchos otros. Si pensamos que somos capaces de derrotarlos en nosotros mismos, por nuestro fuerte carácter o nuestra gran habilidad o nuestra larga experiencia – entonces seguramente fracasaremos. Pero si reconocemos que sin Dios no somos nada, que es la presencia de Dios con nosotros que nos dará la victoria – allí sí triunfaremos.
Como dijo David al gigante Goliat cuando lo menosprecio y lo desafió: “Tu vienes a mi con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tu has provocado. Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré … y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza: porque de Jehová es la batalla, y el os entregará en nuestras manos.” (1 Samuel 17:45-47)
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