LA CUARESMA: La Pascua - Conmemorando La Salvacion

LA CUARESMA: La Pascua - Conmemorando La Salvacion

Lunes, 18 de marzo de 2019
 
Hemos llegado a mas de la mitad de nuestro peregrinaje hacia la Semana Santa. Al pensar hacia donde nos dirigimos – la conmemoración de los eventos trascendentales que ocurrieron en Jerusalén hace unos 2000 años, es decir la pasión y la muerte y la resurrección del Dios-hombre Jesucristo – también pienso en la Pascua, el festival anual de los judíos que Jesús mismo celebró la noche antes de Su crucifixión.

La Pascua fue establecida por Dios inicialmente para el pueblo judío. Los israelitas fueron esclavos en Egipto por cuatrocientos treinta años, en los cuales sirvieron a los egipcios con dura servidumbre (Éxodo 1:13,14). Dios habiendo escuchado el clamor de ellos por su liberación (Éxodo 2:23,24), levantó a Moisés como líder del pueblo para que fuera ante Faraón y le dijera: “Deja ir a mi pueblo…” (Éxodo 5:1). Faraón no quiso dejar ir al pueblo, así que Dios por medio de Moisés envió 10 plagas sobre el pueblo egipcio (Éxodo 7-12). La última fue la muerte de los primogénitos, tanto de hombres como de animales (Éxodo 12:29). Antes de enviar esta plaga, Dios dijo al pueblo de Israel que se preparara para salir de Egipto, porque la plaga de mortandad no les iba a tocar a ellos. A través de Moisés y de Aarón, les dio la siguiente orden:

“… En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia … El animal será sin defecto, macho de un año … Y lo guardareis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes. Y tomarán de la sangre, y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer. Y aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura; con hierbas amargas lo comerán … y lo comeréis apresuradamente; es la Pascua de Jehová. Pues yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así de los hombres como de las bestias…Yo Jehová. Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto. (Éxodo 12:3,5-8,11-13)

El término “pascua” viene del hebreo “pesaj”, que significa “saltar por encima”, “pasar de largo”, o “perdonar”. Así que, por la sangre del cordero que sacrificaron los israelitas, la cual dejaron colocada en las puertas de sus viviendas, el ángel de la muerte se “pasó de largo” de las casas, y se les “perdonó” el juicio de muerte.

La Pascua era una conmemoración, primero de la salvación de los israelitas de la plaga de la muerte de todos los primogénitos en Egipto, y segundo de la liberación de la esclavitud que los israelitas habían vivido en ese país por más de 400 años. Así, Dios mismo dice de la Pascua: “Y este día os será en memoria, y lo celebraréis como fiesta solemne para Jehová durante vuestras generaciones; por estatuto perpetuo lo celebraréis.” (Ex.12:14)

Aunque la Pascua fue establecida por Dios inicialmente para el pueblo judío cuya historia se narra en el Antiguo Testamento, la fiesta de la Pascua vincula el Antiguo con el Nuevo Testamento donde se narra la historia del pueblo cristiano. Hay una muy estrecha continuidad histórica y religiosa entre la Pascua judía y la cristiana por los eventos de la primera Semana Santa que ocurrieron hace unos 2000+ años. Un cordero inmolado, la sangre rociada, la carne consumida, los panes sin levadura y las hierbas amargas comidas … todo tiene su simbolismo y su significado proyectado desde la primera celebración de la Pascua en Egipto hace unos 3,450 años hasta llegar a los tiempos de la muerte y la resurrección de Jesús en Jerusalén. En los próximos días, exploraremos estos simbolismos y significados, cada uno apuntando a “Jesucristo, y a éste crucificado” (1 Corintios 2:2).
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