"A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros,
que os he puesto delante la vida y la muerte,
la bendición y la maldición;
escoge, pues, la vida,
para que vivas tú y tu descendencia;
amando a Jehová tu Dios,
atendiendo a su voz,
y siguiéndole a él;
porque él es vida para ti,
y prolongación de tus días..."
(Deuteronomio 30:19-20)